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La forma cómo nos gusta viajar a cada uno y qué nos gusta experimentar cuando estamos por el mundo es algo sumamente personal y subjetivo. Cada uno tiene sus gustos, sus necesidades, sus expectativas, sus sensibilidades y sus propias vivencias.
Pero hay lugares y experiencias que parece que casi todo el mundo siempre recomienda y que imperativamente tienes que disfrutarlas. Y, al menos en mi caso, me han llegado a decepcionar de tal manera, por norma general, que he decidido dejar de ir en busca de ellas.
Y no hablo de sitios que me decepcionan por ser lugares turísticos. Voy a sitios super turísticos que también me encantan. No tiene nada que ver. Me refiero más a patrones que habitualmente se repiten y acaban siendo para mi un tanto frustrantes.
Son conceptos y lugares que personalmente (subrayo lo de personalmente) creo que están sobrevalorados. Y casi siempre acaban convirtiéndose en decepciones viajeras.
LOS MIRADORES
Este es para mi el súmmum de los lugares sobrevalorados. Siempre hay excepciones, por supuesto. Pero normalmente se recomienda subir a miradores de torres o edificios donde realmente lo que es espectacular es el edificio en sí mismo. Subir a las Torres Petronas de Kuala Lumpur, en Malasia, por poner un ejemplo. Lo que es fascinante es admirar el edificio de las Petronas en sí mismo. Una vez arriba, no se ven. Generalmente además , en estos edificios hay que hacer unas colas tremendas y pagar un buen montante de dinero para poder acceder.
Otras veces, los miradores se recomiendan para disfrutar de unas vistas. Hay que subir 3 millones de escaleras bajo un calor abrasador, o juntarse con otros tantos millones de humanos o, de nuevo, pagar una suma de dinero para poder acceder al lugar en cuestión. Insisto que hay honrosísimas excepciones en lugares excepcionales que para mi merecen mucho la pena. Pero que quieres que te diga, mi experiencia hasta el momento es que la mayoría de veces, después de sudar la gota gorda para llegar, una vez estás arriba te encuentras con un verdadero chasco y lo que se te queda es cara de idiota. Al menos a mi. Las vistas muchas veces también están sobrevaloradas.

LA MEJOR PLAYA O LA PLAYA IDÍLICA QUE SALE EN TODAS LAS GUÍAS Y QUE NADIE EN EL PLANETA SE DEBE PERDER
Quizás esa fue una playa de ensueño en su día, antes de que todo el mundo la recomendara o saliera en todas las guías. O quizás para muchos la idea de playa ideal es aquella que está repleta de chiringuitos, sombrillas y montones de servicios. Obviamente aquí influye el factor gustos personales. Pero en muy pocas ocasiones esa playa que “hay que ver una vez en la vida” me ha sobrecogido como supuestamente debería haberlo hecho. Muy al contrario.

EL RESTAURANTE TÍPICO MÁS AUTÉNTICO
Todo el mundo te recomienda ese restaurante más típico del lugar, que nadie debe perderse si quiere probar la verdadera gastronomía local. Vas al restaurante en cuestión, con toda la ilusión del mundo y salivando al imaginar la experiencia tan maravillosa que vas a tener descubriendo ese lugar tan típico que sólo los locales conocen. Cuando llegas, ves en la puerta un cartel gigante que pone “menú turístico típico” y una cola de cien humanos. Ninguno lugareño. A menudo se acompaña de bailes y cantos regionales para amenizar el ágape.
Otras veces, sí es cierto que ese lugar tan “auténtico” sólo lo conocen los lugareños. Por eso mismo nunca van.
Por otro lado, la propia palabra “auténtico” creo está sobrevalorada por sí misma. ¿Qué es el lugar más auténtico?

VIAJAR POR TIERRA
No me malinterpretes. Me encanta viajar por tierra con transporte local y descubrir paisajes cambiantes mientras me traslado de un sitio a otro. Además suele ayudar a socializar y conocer gente local y vivir experiencias muy interesantes (a veces no tanto). Pero hay ocasiones en que el tiempo escasea o en que para hacer 300 km. vas a tardar 15 horas (te suena ¿verdad?). Por carreteras caminos de cabra infernales. Con conductores kamikaze y muy posiblemente con unas condiciones metereológicas extremas. Resulta que por el mismo precio que el autobús (o el tren) o a veces incluso más barato, puedes coger un vuelo, y llegar a tu próximo destino en 30 minutos o una hora. ¿Por qué caray creemos que viajar por tierra hará que tengamos una experiencia más “auténtica” (de nuevo) o más real? Yo, y seguro que tú también, he tenido experiencias terroríficas viajando por tierra.
Otra cosa es que quieras ir haciendo paradas por el camino, haciendo ese trayecto despacio… Pero si lo que quieres es ir del punto A al punto B…. Definitivamente creo que está sobrevalorado.
También es cierto, que en muchas ocasiones no hay otras alternativas que la de viajar por tierra para llegar a algunos lugares. Sea en las condiciones que sea. Y no queda otra si quieres ir.

EL HECHO DE QUE VIAJAR CURE LOS PREJUICIOS Y HAGA A LA GENTE MEJOR PERSONA
Hay muchos clichés viajeros y éste es uno de los conceptos de viajar que se dan por hechos, que creo que está sumamente sobrevalorado. Yo opino que así debería ser idealmente y que en muchas ocasiones es así. Viajar nos enseña mucho y nos hace curar prejuicios y aprender que no somos el ombligo del mundo. Pero no siempre. En mi modo de verlo, creo que eso va en el carácter de la persona. Seguro que como yo, has visto a muchísimas personas viajando por el mundo (y que han viajado mucho) con nula educación cuando visitan otro país que no es el suyo, con un alto sentimiento de ostentación y de superioridad sobre el pueblo local (o sobre los que no viajan), y con ese sentimiento tan poco respetusoso de comparación continua con su país de origen. Abrir la mente y aprender va en la sensibilidad, el carácter y la predisposición de cada persona.
Por otro lado, creo que también se pueden aprender todas estas cosas sin viajar. A veces creo que los propios viajeros sobrevaloramos el hecho de viajar. Para nosotros es algo vital, necesario. Adoramos y necesitamos viajar. Y creemos que todo el mundo debería hacerlo. Pero no todo el mundo tiene las mismas necesidades ni siente lo mismo.

LOS BARRIOS MOCHILEROS
La primera vez que pisé Khao San Road en Bangkok hace ya unos cuantos años me pregunté cómo era posible que la gente tuviera ese afán por alojarse en esa zona. Me horrorizó. Bares, clubs con música a todo volumen, tiendas de souvenirs, vendedores ambulantes, tatuadores ambulantes, restaurantes… y muchos mochileros, muchos. Y que conste que yo también suelo viajar con mochila, no lo digo en tono despectivo. Y que casi siempre que voy a Bangkok, me paso por allí una noche a tomar unas cervezas. Con el tiempo, la zona aún ha ido a más ( o a menos, según se mire). Lo mismo pasa aunque no tan exagerado en Thamel, en Katmandú, Nepal. O en Pham Ngu Lao en Ho Chi Minh o Ngo Huyen en Hanoi, ambas en Vietnam. O en tantas otras ciudades del Sudeste Asiático o del mundo entero.
Normalmente estos barrios están localizados en los centros históricos. También suelen tener alojamientos sencillos y baratos, aunque no siempre las mejores opciones. Pero al final acaban convirtiéndose en ghettos donde lo único que parece interesar es encontrarse con otros viajeros y con establecimientos de ocio enfocados al turista occidental. Entiendo perfectamente que a mucha gente le parezca interesante esta opción, pero a mi francamente me suelen decepcionar.

LAS CASAS DONDE VIVIERON O NACIERON FAMOSOS
No soy demasiado mitómana en general, pero debido a mi pasión por la música confieso que sí he ido a la búsqueda de estos lugares en más de una ocasión.
Cinco horas perdiéndote por calles arriba y abajo, a veces en el otro extremo de la ciudad, por lo que has tenido que coger 3 autobuses urbanos distintos para llegar. Preguntando a cada parroquiano que pasa, que por supuesto no tiene ni idea ni de dónde está lo que buscas ni de quien es esa persona que un día vivió o pasó sus días por allí. Finalmente descubres que el nº 3 de la calle “completar lo que corresponda“, donde nació , vivió o tocó esa persona que admiras, está justo enfrente de donde has pasado 22 veces. La casa es una casa normal, donde hoy vive gente normal. A la que obviamente no puedes entrar a menos que conozcas a alguno de sus vecinos. O un bar donde ahora ponen reggaeton. Y donde no queda un atisbo que recuerde que algún día ese músico vivió o pasó sus días allí. (Sustitúyase lo del músico por un literato o cualquier otro personaje que admires)
Al final acabas convenciéndote de que al menos has conocido un barrio que jamás hubieras pisado de otra forma. Y que, bueno, con una gran dosis de imaginación has sido capaz de visualizar a ese personaje paseando por esas calles que evidentemente no tenían nada que ver en su día con lo que ahora ves tú.
No vayas a pensar que es la gran decepción que realmente ha sido.

LA MEJOR SALIDA/PUESTA DE SOL DE UN LUGAR
Con esto me pasa como con los miradores. A veces todo el mundo te recomienda un lugar para ver una puesta de sol. O un amanecer (aunque para eso soy más perezosa, lo confieso). Te subes ocho mil escaleras, o te pegas una pateada soberbia para llegar a ese lugar en la otra punta, donde todo el mundo dice que está el mejor sitio para disfrutar de ese momento mágico donde el sol se funde con el horizonte. Hay otras cinco mil personas a las que les han dicho lo mismo que a ti. Por lo que encontrar un rinconcito para disfrutar de ese sobrecogedor momento, se convierte en misión imposible. A veces también hay vendedores ambulantes que te venden refrescos, souvenirs y lo que puedas imaginar para hacer la espera menos dolorosa. Cuánta magia… De repente, el cielo se nubla y no ves ni puesta de sol, ni nada de nada. De todas formas, con cinco mil personas delante, igualmente hubiera sido complicado. Y encima el lugar no era para tanto.
En mi experiencia personal, casi siempre he disfrutado más de puestas de sol allí donde me pillaban, de sorpresa, que donde se suponía que debía vivir la mejor de todas. Porque además, la metereología no va a estar a tu disposición para que tú disfrutes donde teóricamente debes hacerlo.
Absolutamente sobrevalorado.

LAS CASCADAS
Esta es otra situación parecida. Has tenido que andar 5 horas entre bosques o selvas con un calor infernal y una jauría de mosquitos asesinos. Eso, si no hay sanguijuelas u otros animalitos encantadores. Mientras vas caminando te dices que vale la pena. Cuando llegues a tu objetivo final, podrás maravillarte con esa cascada portentosa y de aguas cristalinas, de la que todo el mundo habla maravillas. Llegas exhausta, pero extasiada. Ya has llegado. Por fin podrás disfrutarla. En algunas ocasiones también están los cinco mil humanos de la puesta de sol del día anterior (los mismos) y encima descubres que ellos han ido cómodamente en taxi o tour organizado. Y tú pasando calor… Y también está el vendedor ambulante de los refrescos (este suele cambiar), a veces incluso algún restaurante. Cuando por fin recuperas el aliento y consigues hacerte hueco entre la multitud, allá está, la ves… Ese hilito de agua de unos cuantos centímetros que baja sobre las rocas. Y ya está.
Otras veces tienes suerte. Y no hay nadie más. Sólo tú, el hilito de agua y tu cara de frustración.
Reconozco que he sucumbido en muchas ocasiones a ir a ver cascadas y pocas veces puedo decir que no me haya decepcionado. Aún yendo en época de lluvias, que se supone que la cascada debe estar en su esplendor, suele ser mucho menos caudalosa o hermosa de lo que esperaba. Otras veces es simplemente una poza de agua espesa y marrón como el chocolate. Pero claro, ya que voy, no voy a dejar de probarla. Que para algo me he deshidratado y me han picado 20 mosquitos para llegar.

LOS HITOS O ESCULTURAS FAMOSAS DE LOS LUGARES
Con esto, estoy segura que coincidimos. ¿Quien no se ha decepcionado al ver por primera vez el Big Ben en Londres, la Sirenita en Copenhague, o el Manneken Pis en Bruselas? Y a veces pasa como con las casas de los famosos. Te tiras horas intentando encontrarlos, y resulta que los tenías en frente. Pero son tan pequeños, mucho más incluso de lo que habías imaginado, que lo difícil ha sido ver que estaba justo al lado de donde has estado toda la mañana pasando.
Al final acabas descubriendo donde están porque hay una jauría de turistas haciendo fotos.

En fin, que está claro que tanto las expectativas como los gustos personales son importantes y marcan la diferencia muy a menudo. Pero mi propia experiencia me ha llevado a la conclusión que no me merece la pena ir a la búsqueda obsesiva de estos lugares. Ni a pensar que son experiencias que debo creer como imperativas. Si se cruzan en mi camino, quizás me pare a observarlas, entones igual sí me sorprendan positivamente. Llámame rara…
¿Y tú? ¿Qué lugares o experiencias crees que están sobrevaloradas a la hora de viajar?
Jajajajaja muy de acuerdo con el reclamo de “lo auténtico”, con las cascadas, algunos miradores, y la mejor playa y los guetos de Mochileros… Pero sobre todo con esa reflexión de que “viajar te hace mejor persona, aprender, etc” Yo siempre añado un “si tú quieres”
Un besazo!!
Me alegra saber que no soy la única que se decepciona a menudo con estos lugares.
En cuanto a lo de ser mejor persona por viajar, no puedo estar más de acuerdo “si tú quieres”, igual que en la vida misma.
¡Un besazo Alicia!
Información Bitacoras.com
Valora en Bitacoras.com: Experiencias y lugares sobrevalorados en los viajes Crédito foto cabecera: Shutterstock La forma cómo nos gusta viajar a cada uno y qué nos gusta experimentar cuando estamos por el mundo es algo sumamente personal y sub…
Muy de acuerdo. Nos levantamos a las 4,30 de la mañana para ver la salida del sol en Angkor Wat. Cuando llegamos, entre que estaba algo nublado y que había cientos de personas, aquello era de todo, menos romántico. Eso sí, nos fuimos a disfrutar del templo prácticamente solos y eso sí que fue único.
¡Aha! Yo también sucumbí en Angkor Wat y fue de lo más decepcionante. jajaja Al menos, quédate con eso, poder disfrutar de los templos casi en soledad. De todo hay que sacar cosas positivas.
Un abrazo
Y muchas veces esas recomendaciones vienen de las guías de viajes LP que lo ponen “como lo más” y todo el mundo se pone de acuerdo para ir al mismo sitio en el mismo momento. Cierto que algunos sitios por lo atestados que están, o porque a ti no te trasmiten nada, te decepcionan enseguida. Yo añadiría a tu lista esas calas idílicas (lo son precisamente cuando estas solo) que para acceder a ellas es como ir por la M-30 en hora punta. Lo mejor es seguir tu instinto y dejarte llevar, muchas veces es mejor. Un saludo
Ese es el problema María, que al final todo el mundo acabamos yendo a los mismos sitios. Y lo que una vez tuvo encanto, lo acaba perdiendo muchas veces. Una pena, pero es lo que tiene.
Lo mejor, la mayoría de las veces, es lo que dices dejarte llevar por la intuición.
Un saludo
Lo “auténtico” está sobrevalorado, ¡cuánta razón! En eso y en todas las demás, empezando porque nosotros mismo, a los que nos gusta viajara más que a un tonto un lápiz, también sobrevaloramos el hecho en sí y, muchas veces, nos apiadamos de los que no lo hacen… como si nosotros estuviéramos en posesión de la verdad absoluta.
Y lo de subir a los miradores… jajaja qué buenos/malos recuerdos de escaleras para ver tejados feos
jajaja cuántos tejados feos hemos visto por el mundo… jajaja Aunque también ha habido algunos de bien bonitos, también hay que reconocerlo.
Sobre lo de sobrevalorar el hecho de viajar, opino exactamente lo mismo.
Un abrazo
De acuerdo en casi todo. En lo único que discrepo es en los miradores; si sabes a qué hora subir y te permiten estar todo el tiempo que quieras, sueles acabar disfrutando de muy buenas vistas. Algunas de mis fotos preferidas son las que he tomado desde miradores pero claro, si vas con la prisa del que quiere ver todo y no estás dispuesto a estar una hora y media esperando al momento adecuado, se convierte en otra experiencia frustrante.
Está claro que sobre gustos no hay nada escrito. Yo no suelo viajar con prisa ni con ansia de ver todo, muy al contrario. Pero reconozco que los miradores no son mi fuerte. Aunque reconozco que he estado en algunos que han sido una experiencia maravillosa, no es lo habitual en mi caso.
Para alguien que se dedica a la fotografía por otro lado, me imagino que la prioridad es otra, y seguro que como en tu caso, se acaban convirtiendo en los lugares más deseados.
Un saludo y gracias por tu opinión
Te ha faltado un tópico que para mi es lo más de lo más, dicho con acento cursi. Siempre hay un familiar o amigo que ha hecho el mismo viaje que tú a la mitad de precio y ha comido y dormido en lugares mucho mejores y más económicos que tú.
jajaja totalmente cierto. Este tópico podría añadirse al artículo que escribí en su día sobre Mitos Viajeros. Pero así es, siempre hay alguien que ha hecho ese mismo viaje que tú, pero más chulo, más barato y muchísimo más completo. Dónde va a parar…
Hola!
Estoy de acuerdo con la mayoria de situaciones que expones. Quizas si creo que la vivencia de viajat por tierra o via fluvial no tiene nada que ver muchas veces que hacerlo por avión. Lo demás pues si, estoy de acuerdo. Un saludo
Sí, estoy de acuerdo Carlos. La experiencia de viajar por tierra, no tiene nada que ver habitualmente. Y yo misma, procuro viajar por tierra casi siempre. Pero hay veces que nos emperramos en hacerlo, cuando las tenemos todas de contra y cogiendo un vuelo nos evitaríamos pasar malos ratos o un montón de horas en un autobús , cuando encima es muy posible que tampoco tengamos mucho tiempo para disfrutar de los lugares.
Pero de nuevo, es algo tan personal, que cada cual lo vive a su manera.
Un saludo
De acuerdo en lo principal, a cada uno nos gusta viajar de manera distinta, sobre todo cada experiencia es unica y cada uno la vivimos de forma diferente. Lo peor, cuando tu intentas disfrutar de un momento y viene otro y te lo chafa. Viajar es potencialemtne la mejor manera de eliminar perjuicios, ver lo mejor del mundo (vistas, atardeceres, personas…) pero para eso tienes que cambiar el punto de vista de partida y de compararlo con otras cosas. En definitiva, de acuerdo con el articulo y hartita de ver lo imprescindible de aqui y alla y de esta manera ?
Yo creo que esa es la conclusión principal Sara. A cada cual le gusta viajar de manera distinta y cada experiencia es única. Incluso uno mismo puede llegar a vivir los mismos lugares de distinta manera , yendo una segunda vez, según sea la situación y las circunstancias.
Un saludo
jejej me pasó con el mirador del Empire State, colas de horas, un frio horroroso y luego arriba… Meh, vistas mediocres… la Liberty Tower mucho mejor.
Yo justamente subí al Top of the Rock, porque lo que quería ver era el Empire State. Y claro desde El Empire State no se ve el Empire State
Yo tuve suerte y no había colas, pero el frío horroroso que pasé no me lo quita nadie jajaja
Un saludo
Los adjetivos superlativos deberían estar prohibidos, especialmente en cuanto a restaurantes y atardeceres. Atardeceres inolvidables habrá 240 cada día en diferentes lugares del mundo, si no son más. Hemos tenido grandes decepciones con restaurantes donde se supone que nos íbamos a encontrar cocina auténtica de la región. Ojo, también ha habido grandes aciertos, y no solo en restaurantes. El problema está en el entusiasmo que ponga quien te recomiende la visita, sea un amigo, un familiar, un blog de viajes o un comentario en Tripadvisor. Tendemos a exagerarlo todo, más cuando escribimos opiniones en Internet. So, be careful my friend y no nos hagamos nunca demasiadas expectativas ;).
Esa es la cuestión, que creo que tendemos a exagerar todo.Y entono el mea culpa porque yo utilizo a menudo adjetivos superlativos. Me entusiasmo fácilmente. Pero al final yo creo que se trata de lo que ya se ha comentado. Las experiencias de cada uno son eso. Experiencias de cada uno. Lo que a mi me haya entusiasmado, no tiene porque entusiasmarte a ti. Y viceversa. Y muchas veces no somos conscientes de eso y caemos en la “trampa”. Las expectativas son peligrosas, efectivamente.
Un abrazo amigo Lonifasiko
“Los propios viajeros sobrevaloramos el hecho de viajar” absolutamente cierto!
Yo creo que muy a menudo 😉
Un saludo
¡Me ha encantado! ¡Y suscribo cada uno de los puntos que has tratado! A veces yo no se si es cuestión de gustos o es que la gente se empeña en decir que algo es maravilloso solo porque se supone que es. Aquí, mis sentimientos encontrados en la zona turística de Bali, donde creo que debo ser la única a la que no le emocionó ni encontró ni una sola playa de ensueño, pese haberme recorrido en moto casi toda la isla…
A la lista, añadiría los volcanes… Mientras estaba tragando los vapores y echada en el suelo en el Ijen, me acordé de todas esas personas que decían que era una visita imprescindible… 😉
¡A seguir escribiendo así de bien!
Sabela, pensaba que era la única persona del planeta a la que no le había maravillado Bali (más bien todo lo contrario en mi caso). Así que no sabes lo que me alegro que digas eso. ¡No estás sola! Y lo de las playas en Bali, ejem…. arrozales y templos preciosos sí, pero playas de ensueño….
Mira, con los volcanes no tengo yo mucha experiencia. Hasta el momento, sólo los he observado desde la distancia. Pero gracias por el apunte, es bueno saberlo jeje
Muchas gracias Sabela ¡Un abrazo!
A tu lista le sumo los Malls mas famosos o modernos de la ciudad, De pronto de entrada te impresiona la arquitectura pero despues sucumbes al ver los mismos locales comerciales que vez en cualquier pais…(Forever 21, H&M, Gucci, Armani, una tienda Disney, etc.)
Gracias por tu aportación Erick. Yo no suelo visitar Malls normalmente, pero sí, normalmente acaban siendo los mismos en todos lados. Cosas de la globalización.
Un saludo
Lo mejor del artículo es la primera frase, la de que cada uno tiene gustos diferentes y maneras de viajar distinta…creo que ya has viajado mucho para saber lo que más te gusta y menos, si siempre vas a un mirador, catarata, edificio, parque….porque está considerado reclamo turístico pues estás picando en el consumo turistico…lo mejor es perderse por el lugar y dejar de lado los puntos de interés o pensar que cosas nos puede interesar, si a mí no me gusta las catedrales, por muy especial que sea difícilmente me atraiga…también habría que distinguir entre sobrevalorado y masificado, si dices que si hubieras estado sola hubiera estado muy bien, entonces el problema quizás sea más cuestión del número de personas y no de si el lugar merece la pena o no, tú misma recomiendas que ver en cada ciudad y la mayoría de personas cuando viajan aunque lo hagan por libre y no por agencia acaban leyendo una guía o un blog para saber que supuestamente es lo que no se puede perder, así que no es de extrañar encontrarse con mil turistas luego y en los iconos de la ciudad pues esta claro que no son mil sino miles…y lo de sobrevalorar e infravalorar al final es más cuestión de gustos y depende de con qué ojos mires…yo por ejemplo he estado en Islandia y varias personas de allí me dijeron que el pais se estaba siendo ya sobrevalorado, pero realmente esa no es la palabra correcta, lo que no quieren es que el turismo lo exploten, creo que no tiene nada que ver con que un lugar esté sobrevalorado o no, en cambio en algunos blogs en leído lo contrario que este país está infavolarado porque parece de otro planeta que es un lugar impresionante y en lugar de tener dos millones al año debería de tener 10…al final es más cuestión de gustos y de la manera de ver…y lo que a ti te ha podido encantar a mí no y no por eso tienes que estar sobrevalorando ese lugar….a mí personalmente esas dos palabras de sobrevalorar e infravalorar no me han gustado nunca…
Gracias por tu aportación Loli. El artículo está escrito sobre todo en clave de humor. Y he subrayado varias veces que hablo de mi opinión personal, jamás se me ocurriría intentar sentar cátedra ni generalizar. Pero al final, todo se reduce a lo que comentas y yo también menciono en el artículo: cada cual tiene sus gustos y manera de ver y viajar.
¡Gracias de nuevo y felices viajes!