Confieso que no imaginaba acabar el año y empezar uno nuevo en la isla de Cerdeña. Aunque si debo ser sincera, quizás este viaje se fraguó sin querer, conversando con mi amigo Alejandro de Ahora Toca Viajar hace ya unos meses, mientras nos comíamos un pescaíto frito en la hermosa ciudad de Cádiz. Quizás fue él quien me inspiró, contándome su enamoramiento de esta isla y, sin yo saberlo, el destino ya me había elegido en ese momento.
Pero ya va siendo habitual que en el primer viaje del año (o el último según se mire), sea el destino el que nos elige a mi pareja y a mi. Que acabemos en lugares que no nos habríamos planteado a priori para nada. Y no suele ser hasta última hora, que sabemos donde acabaremos comiendo las uvas de fin de año. Porque sí, aunque solemos huir de cotillones y fiestas multitudinarias de Nochevieja, las 12 uvas nunca faltan en nuestro equipaje, allá donde vayamos a dar la bienvenida al nuevo año.
Poco había leído sobre Cerdeña. A esta hermosa isla mediterránea, la precede la fama de playas de aguas azules y blancas arenas. Pero en este viaje, he descubierto que Cerdeña es mucho más.

La segunda isla más grande del Mediterráneo, después de Sicilia, está repleta de pueblos encantadores rebosantes de todos los colores; de restos arqueológicos; del decadente encanto de los barrios antiguos de Cagliari; de luz mágica mientras paseas por las brillantes calles de Alghero; de una gastronomía espectacular ; de una gente hospitalaria, risueña y totalmente amistosa. Y sí, sus playas son hermosas y los azules del agua maravillosos. Pero el hecho de viajar en invierno como en nuestro caso, hace que no le des importancia a sus playas y te dejes llevar por todo lo demás, que es mucho. Aunque admito que no pude evitar remojarme un poco en sus cristalinas aguas e impregnarme un poco de mar, para empezar el año repleta de energía.

Tan sólo estuvimos una semana, por lo que no nos dió tiempo a ver todo lo que me hubiera gustado, y si me lees habitualmente, sabes que tampoco me gusta correr de un sitio a otro sin saborear nada. Pero la verdad es que los días nos cundieron y disfruté muchísimo de la visita a la hermosa isla sarda.
Hablaré más extensamente de Cerdeña en artículos posteriores, pero lo que realmente me conquistó fue:
PUEBLOS MULTICOLOR
Algo que me encantó de esta isla, es el cromatismo multicolor del caserío de la mayoría de sus pueblos.
Pero hay dos que sin duda me encandilaron : Bossa y Castelsardo
Sus calles serpentean en trayectos laberínticos y se inundan de amarillos, rosas, naranjas, verdes, azules… Es como si el invierno fuera menos invierno, con tanto color. Y es que incluso pillamos un poco de nieve el último día del año.
Bajo la luz de primavera o de un suave otoño estos lugares tienen que ser deliciosos.


LA ENCANTADORA DECADENCIA DE CAGLIARI
Aunque generalmente no es la ciudad que más gusta de Cerdeña, el encanto de la decadencia de los barrios antiguos de la capital sarda, me cautivó. El barrio marinero que sabe a Mediterráneo y a viejas historias de pescadores. O los barrios altos de la zona de castillo, con palacios que hoy tan sólo reflejan con nostalgia el esplendor que un día tuvieron.
LOS ATARDECERES DE ALGHERO
Esta ciudad que aún conserva muchos vestigios de su pasado catalán, evoca encanto a cada rincón. Es un placer perderse por sus calles brillantes. Pero si algo me enamoró, fue la luz al atardecer paseando por su camino de ronda impregnándolo todo de calidez, mientras el sol se fundía con el mar y explotaba en rojo y naranja.
LAS GENTES DE CERDEÑA
En Cerdeña la gente sonríe en general. Es algo que me enamora de Asia, y que en Europa, por desgracia, cada vez perdemos más. Es como si fueras rara por sonreír. Yo soy de sonrisa fácil, así que un lugar con gente que te devuelve la sonrisa porque sí, al cruzarse contigo, me tiene conquistada para siempre. Si a eso le sumamos hospitalidad, simpatía y un carácter amistoso, tenemos la fórmula magistral.

PLACERES GASTRONÓMICOS
De esto hablaré largo y tendido en otro artículo, mi experiencia gastronómica en Cerdeña bien lo merece. Pero he disfrutado enormemente de sus delicias culinarias. Pescados, carnes, pastas, embutidos, buenos vinos, unos quesos para chuparse los dedos…. El momento del aperitivo. Las tapitas (o tapazas en algunos casos) gratis con el vino o la cerveza.. Un placer, oiga. Prohibido ir a Cerdeña si estás a dieta.


Cerdeña es esa pura esencia mediterránea que tanto me gusta y que tanto echo de menos, por lo que no puedo imaginar mejor manera de haber empezado el año. Y por cierto, parece que le hemos cogido afición a esto de empezar el año en Italia. Con esta es la tercera vez que lo empezamos en algún lugar de este país.
¡Hola Carol! Qué bueno, recuerdo aquella charla en Cádiz. Ha sido un placer volver a pasear por Cerdeña de tu mano. Para nosotros esa isla significó mucho, fue un lugar de encuentro y bueno, no hemos escrito mucho de toda esa experiencia, pero es que hay lugares que se te meten tan adentro que es difícil hablar de ellos. Un abrazo desde Chiapas!!!!!! Y repito, nos ha ENCANTADO.
Esos lugares que se meten tan adentro, se guardan para siempre en el corazón. Lo entiendo perfectamente, yo también tengo los míos.
Gracias por el comentario y gracias por haberme inspirado sin yo saberlo aquel día en Cádiz.
Un abrazo muy fuerte y¡ que disfrutéis mucho de Chiapas!
Qué pintaza! Pues yo tampoco la tenía muy en la cabeza pero leyéndote, va a ser que entra en mis opciones 😉
Abrazo!
Alicia
La verdad que es uno de esos destinos que te conquistan porque no esperas nada concreto de ellos.Me quedé con las ganas de recorrer mucho más del interior. No me importaría volver. Aunque reconozco que mi amor por el Mediterráneo, también me delata,
Un abrazo Alicia
¡Qué buen tiempo os hizo! 😉
Parece que Cerdeña es siempre así de soleada; nosotros también disfrutamos de calor 😉
Pues no te creas Kate. Que los primeros dias hacía bastante frío, incluso nos nevó un día. Ellos mismos decían que no era la temperatura habitual. Pero la mitad de días un sol espléndido , aunque al caer la noche hacía frío. Calor, calor, no nos hizo. Pero yo con el sol me conformo, que aquí en los Nortes brilla por su ausencia en invierno. 🙂
Un saludo
Hola Carol
Tienes razón Sardegna enamora. Nosotros llevamos años escapándonos en junio, para mí la época ideal. Te puedes bañar en la playa, hay poca gente (plantar la toalla en primera línea de la Pelosa es un deleite), no hay caravanas. Es preciosa. Y cómo dices Bosa y Castelsardo son una auténtica maravilla.
Un abrazo
Hola Sergi,
Lo pensé un montón de veces, Junio tiene que ser una maravilla para visitar la isla. Con buen tiempo y el agua agradable para bañarse, y poca gente. Además todo estará florido y hermoso. Esto días, gente había poquísima, pero no me quiero imaginar como será en pleno verano.
Una isla bella, sí señor.
Un abrazo
Quina meravella Carol, així dóna gust començar l’any! Això de prendre el raïm de casa no m’ho havia plantejat 🙂 Nosaltres vam celebrar les dotze campanades amb 12 pastes marroquines, un cap d’any força calòric.
La part de Sardenya que conec també em va encantar tot i que amb aquestes fotos m’animes a tornar-hi per conèixer aquests pobles tan encantadors.
Per cert, vas poder xerrar amb algú en català?
Una abraçada
Sí, tot un luxe M. Teresa, començar així l’any!
Encara que vosaltres tampoc va estar malament eh? 😉
La veritat és que Cerdenya em va sorprendre molt gratament i hi ha llocs francament encantadors. El que em vaig quedar amb les ganes va ser apart d’algus llocs de l’Est, és de veure la esglèssia de la Santísima Trinidat de Saccargia, amb el que m’agrada el Romànic…. Jo també he de tornar…
I sí, vaig trobar algunes persones amb les que parlar amb català, no gaires, però sí. Però on vaig tenir una bona xerrada va ser amb un dels nois que està a la oficina de turisme de l’Alguer! Va ser genial 🙂
Una abraçada
Ya las tres cosas del título me gustan así has resumido perfectamente Cerdeña. Lo vamos a apuntar a nuestra lista de destinos pendientes!! Un abrazo Carol!
Es un lugar que me sorprendió muy gratamente Fran. Creo que también te gustaría.
Un abrazo
hola
vamos en una semana a pasar las vacaciones en cerdeña con nuestra perra y no sabemos muy bien si hay playas para ir con perros.Por internet he visto que si pero son articulos del 2013 y no se si seguira igual la cosa
espero alguna respuesta de alguien que haya estado con su perro o lo sepa
Gracias