Me ha costado unos días asimilar mi reciente viaje a Nueva York. Volví con sentimientos encontrados, lo reconozco.
Nueva York es una ciudad que no entraba en mis planes viajeros a corto ni a medio plazo. Sí, ya lo sé, es una ciudad de esas a las que hay que ir al menos una vez en la vida, y todo el mundo me hablaba maravillas, pero personalmente no me llamaba nada la atención. Aunque reconozco, que después de haber vuelto, me alegro de haber ido, y ratifico, que sí, es una de esas ciudades donde hay que ir al menos una vez en la vida. Te guste más o menos.
La “excusa” para ir fue un tema de negocios y asistir al New York Times Travel Show. Y la verdad es que no me lo pensé mucho. Era una estupenda oportunidad para conocer esta ciudad y tener mi propia opinión sobre Nueva York. Fue dicho y hecho.
Y disfruté mucho, frío aparte (menudo frío hacía) , pero no volví impresionada ni maravillada, ni con el sentimiento de que Nueva York es LA CIUDAD, así, con mayúsculas.
Quizás fue que llevaba ciertas expectativas (aunque intento no tenerlas, siempre asoman en mayor o menor medida) o que todo el mundo parece fascinado por esta ciudad, pero personalmente esperaba una ciudad más impactante, más sorprendente. Y esperaba una ciudad mucho más “canalla”, más granuja, más extravagante, mucho más caótica, más alocada….
Obviamente en una semana, sólo puedes llevarte una impresión muy superficial de una ciudad. Pero sentí Nueva York un poco “remilgada”, hasta conservadora en algunos sentidos, incluso descafeinada en otros. Y mucho más relajada de lo que esperaba. Quizás es una ciudad a la que debí haber ido hace 20 años, o es una de esas ciudades donde debes vivir una temporada para sacarle su verdadera alma, quien sabe.

También esperaba todo muchísimo más grande, aunque imagino que el cine y la televisión tienen mucho que ver aquí. Nueva York es una ciudad que hemos visto en tantísimas ocasiones en la pantalla, que a veces sentía que ya había pasado otras mil veces por una calle o un lugar. Aunque esto mismo también aportaba una gran ventaja: sentí la ciudad mía desde que la pisé. Me sentí como en casa desde el primer día. Siempre me he encontrado muy cómoda en las ciudades grandes, pero además creo que Nueva York es una ciudad muy fácil para moverte y adaptarte a ella.
Sus gentes también hacen que no te sientas una extraña y sea muy sencillo formar parte de ese gran escenario que es Nueva York. Es sumamente fácil entablar una conversación con cualquiera, y en cualquier lugar.

Dicho esto, debo reconocer que aunque hubo algunos puntos de la ciudad que me decepcionaron – Times Square fue mi mayor decepción – y otros me gustaron menos, otros lugares me enamoraron absolutamente.
Hubiera paseado horas y horas por el puente de Brooklyn, me deslumbró absolutamente. Me hubiera quedado a vivir por la zona de Greenwich Village. Hubiera entrado a absolutamente todos los garitos, tiendas, restaurantes y establecimientos de Williamsburg. Hubiera recorrido el barrio de Brooklyn durante días. Hubiera asistido a todos los conciertos del Lower East Side. Hubiera ido todos los días a regocijarme con la oferta gastronómica del Chelsea Market. Hubiera ido a leer todos los días a la National Library. Hubiera pasado horas haciendo fotos a la ciudad desde el Top of the Rock. Hubiera alargado el domingo en Harlem hasta el infinito.








Me hubiera quedado a vivir en este mercado
Que no me impresionara, no quiere decir en absoluto que no me gustara Nueva York. Me gustó. Y mucho. Y creo que cuando vuelva la disfrutaré muchísimo más. Y encontraré lo que creo que realmente es la esencia de la ciudad, no lo que pensaba que encontraría. Además quedaron tantos cientos de cosas en el tintero…
Creo además que es una ciudad para disfrutarla con una intensidad “in crescendo” cada vez que vuelves, cada vez más, quitándole capas y más capas. Disfrutando de su enorme oferta cultural y de ocio. De su multirracialidad. De su todo existe. Absorbiendo sus muchas ciudades dentro de una misma.
Nueva York no es mi ciudad en el mundo. Pero es una ciudad para volver y disfrutarla. Y volveré.Y la disfrutaré
Me ha gustado este post, creo que yo hubiera tenido las mismas sensaciones. No he ido nunca y siempre lo voy postponiendo. Algun dia llegará.
Gracias Eider! Algún día llegará, además lo mejor es poder ir tú misma y sentir tú misma lo que la ciudad te aporte. Igual hasta te acabas sorprendiendo!
Hola Carol!! Me ha encantado leer tu post. Es fantástico conocer la opinión de la ciudad de uno desde fuera, una vez que estás integrado en su rutina.
Como imaginarás no puedo compartir del todo tu opinión, pero sí puedo comprenderla. Nueva York es esa ciudad que te gusta, como te gusta tu hijo, por el simple hecho subjetivo de que estás enamorado de él. Si no, turísticamente hablando no es más que una ciudad superada por muchas otras.
Dicho esto voy al punto en el que sí estoy de acuerdo contigo. Yo he venido a Nueva York como turista dos veces y ahora llevo un tiempo viviendo aquí. Nada que ver! Nueva York es una ciudad definitivamente para vivir en ella, mezclarte con su gente, saborearla a ritmo normal y dejar que penetre en ti. Aquí me siento madurando y creciendo a ritmo exponencial, no a nivel turístico claro. Creo que esta ciudad es arisca y cariñosa al mismo tiempo, depende de tu actitud. Es una ciudad donde todo es posible y la idea más remota, si la trabajas con tesón es alcanzable.
Joder casi me sale un post jajaja! Un abrazo y gracias por compartir tus impresiones.
Muchas gracias Pedro!
Exactamente eso es lo que yo pienso. Creo que es una ciudad para vivirla desde dentro, abolutamente. Y sobretodo a ritmo normal.
Y aunque no me enamoré, yo me quedé con ganas de muchísimo más, así que espero volver más pronto que tarde.
Fue todo un placer conocerte Pedro!
Un abrazo
Tenía muchas ganas de leer tus primeras impresiones sobre Nueva York, Carol. Está claro que es una de esas ciudades a las que tienes que ir sí o sí una vez en la vida. Espero que pronto llegue mi momento. Mientras tanto, disfrutaré con tus relatos. ¡Un saludo!
Gracias Alicia. Espero que puedas ir pronto. Lo que está claro es que es una cuidad que no deja impasible.
Un abrazo
Que pena no haber ido nunca, ni creo que vaya porque con el miedo que me da el avion….
Pues vaya, lo del avión sí es un problema. Espero que puedas trabajar en ello, porque realmente hay lugares increíbles en el mundo.
Un saludo y bienvenida al blog!
Estupendo post
Gracias Indialuna!
Buen artículo y buenas fotos. Desde luego NY no está entre mis lugares y no creo que nunca vaya, como has dicho creo que ya pasó mi oportunidad. Pero eso no significa que no sea una ciudad interesante. Simplemente cuestión de gustos.
Gracias Lluis! Nueva York es sumamente fotogénica.
Como decía, a mi tampoco me llamaba nada la atención, y la verdad que si no hubiera sido por esta oportunidad cero que hubiera tardado años o incluso nunca hubiera ido. Pero después de haber ido, tengo muchas ganas de volver jajajaja
New York no deja indiferente a nadie.
Muy bonito post.
Yo fui por días y si me hubieran dado a elegir, me hubiera quedado allí.
Un saludo.
Gracias María!
Pues yo soy de las que me quedaría a vivir en todos sitios. De hecho , hace años, así lo hacía jajaja Pero en Nueva York no tuve esa sensación. Lo que sí es cierto, es que es una ciudad que no deja indiferente en ningún sentido.
Un saludo
Genial Post! Se me hace muy creíble, y no se porque, me da que el día que tenga la oportunidad de ir opinaré parecido.
Las fotos geniales, eso debe ser “de película” para la vista!! Tengo ganas de leerte más por ahí!
Gracias Jairo y bienvenido al blog!
La ciudad es super fotogénica y te tirarías horas haciendo fotos, eso que cuando yo fui la luz no era muy buena en general.
Un saludo!
Me sorprende mucho que no te enamorase, pero para gustos los colores. A mi también “me decepciono” un poco sobre todo los primeros días, pero cada día que pasaba me gustaba más, hasta que me acabé enamorando. Pero en cierto modo comparto en algunos puntos tu opinión. Parece que estas obligado a decir guauu!! cuando vuelves de Nueva York, pero me gusta saber otras opiniones. Un saludete viajero!!
Realmente no es que me decepcionase. Simplemente me faltó una chispa , una energía, es difícil, de explicar. Y esperaba una cosa y encontré otra, ni mejor ni peor.
Y sí, estoy totalmente de acuerdo con lo que dices. Parece que debes decir “guau” a toda costa, y quizás fue ese el error, haberlo oído tantísimas veces.
Pero está claro, que hay sitios que a mi me enamoran y a otros, igual no. ¿Que sería el mundo si todos tuviésemos los mismo gustos?
Un saludo
Es que Nueva York no es LA CIUDAD… lo que pasa es que hay tantas Nueva York como personas la visitan. Y eso es lo bueno, tanto de esta ciudad como de cualquier otra gran urbe, como Londres por ejemplo. Y como dices, la amabilidad de la gente hace que te sientas genial allí.
Un abrazo!
Sí, estoy de acuerdo Víctor. Hay tantísimos lugares y cosas para hacer, como personas visitan o viven la ciudad. Cada barrio es un mundo, y en cada barrio hay decenas de submundos. Y eso, sí me gustó mucho.
Un abrazo
Pues yo sí que volví extasiada con la ciudad y aun lo sigo. Quizás porque yo no iba con expectativas de que me fuera a gustar sino todo lo contrario.
Tal y como dice Pedro, el boquerón viajero, yo vi que esa ciudad es una ciudad para vivir y si yo pudiera elegir, sin duda, la elegiría a ella como mi lugar de residencia.
Mi padre fue hace 25 años y lo que me cuenta es muy distinto a lo que yo encontré. Una ciudad más oscura, más violenta… por eso yo viajé allí con otra idea.
Me alegro, porque veo que has disfrutado mucho.
Besos
Sí, difrutar , disfruté mucho. Y la ciudad sí me gustó, aunque algunas cosas no fueran como esperaba. Pero no sentí ese enamoramiento que sí he sentido o siento en otros lugares. Y no sentí esa chispa. Aunque sí me enamoré de lugares concretos, y con eso me quedo.
Besos
He estado un par de veces en NY y me gustaría volver de nuevo. Comparto tus reflexiones sobre la ciudad pero es un lugar que en seguida te sientes como si formaras parte de él.
Estoy de acuerdo M. Teresa, parece que formas parte de la ciudad, casi desde que la pisas. Yo también tengo ganas de volver de nuevo. Y estoy segura, que la próxima vez la disfrutaré incluso más.
Ha sido curioso porque al principio parecía que yo misma escribía este post. Me sucedió lo mismo y así lo he contado varias veces en el blog: Nueva York me abrumó. Pero precisamente por eso me pareció canalla y caótica, me la imaginaba mucho más seria en general. Y todos coincidimos en sentirnos allí como en casa!!
Incluso yo he soñado con vivir una temporada, a pesar de que es prohibitivo!
saludos! pronto nos conoceremos 🙂
Hola Irene! Bienvenida al blog!
A mi realmente no me abrumó, justo lo contrario, y quizás porque estoy acostumbrada al caos de las urbes asiáticas, no me pareció tan caótica. Pero cuantos más días pasan, más recuerdos chulos tengo de la ciudad, la verdad.
Es cierto que todos decimos lo mismo, que nos sentimos como en casa, eso es un sentimiento muy positivo de una ciudad.
Pronto nos conoceremos!
Un saludo viajero.
Hola, sólo un apunte. Absorber es con b las dos. De nada.
Suelo cuidar mucho mi ortografía, pero a veces se escapan cosas. Errar es de humanos. Ya está corregido. Gracias.
Me he sentido muy identificado con el artículo Carol…una ciudad que realmente no me llama demasiado la atención en un principio, pero que esté año descubriré y después de leer tus palabras estoy más motivado para conocerla. Gracias!
Me siento muy identificada! Todo el mundo iba contando maravillas de Nueva York, y fui yo y dije, “bueno, tampoco es para tanto”. A lo mejor puede que tuviera las expectativas demasiado altas, en ningún momento dije “Bua, que pasada, estoy en Nueva York” pero, justamente, lo que más me gustó fue justamente lo que no esperaba, o sea, en lo que no tenía expectativas, como el barrio de Chelsea y DUMBO, en Brooklyn. Cuando volví noté como si no hubiera visto Nueva York, nunca me había sentido como si estuviera en Nueva York, y es algo que se me hace bastante raro.
Buen post!