Hoy volvemos a la civilización y al caos de Kuala Lumpur. Después de la primera experiencia, personalmente, no me apetece nada de nada. Pero hay que volver igualmente ya que que el vuelo de regreso lo tenemos desde esta ciudad. Así que habrá que aprovechar e intentar disfrutar la estancia.Ya sólo nos quedan 2 días en Malasia. El viaje se me ha pasado totalmente volando, aunque tengo la sensación de que llevamos en este país y fuera de casa, más de un mes.
Después de nuestro último gran desayuno en la playita, hacemos el check-out y cogemos un taxi al aeropuerto. De nuevo nos cuesta lo mismo que a la ida, 18RM, y en 15 minutos estamos en el lustroso aeropuerto. Aquí es donde nos enteramos que en este país, parece ser, que para los vuelos domésticos, no existe la ley de líquidos, ya que al verme tirar el botellín de agua, me dicen que no pasa nada, que lo puedo pasar, ya que es un vuelo doméstico . A su hora llegamos a Kuala Lumpur, aunque no sin haber sufrido de nuevo, unas terribles turbulencias. (aunque las de la llegada fueron mucho peores..) Recomiendo a los que tengan fobia a los aviones que no vuelen a/desde Langkawi en época de lluvias, mejor llegar por mar (si el mar, lo permite, claro..)
Esta vez nos trasladaremos del aeropuerto LCCT (que ya conocemos como la palma de nuestra mano…) al centro de Kuala Lumpur, en autobús. Justo al lado de donde se recogen las maletas, está lleno de mostradores, donde la gente que los atiende parecen vendedores de mercadillo en máximo apogeo. Aquello es un griterío tremendo intentando captar tu atención para que les cojas a ellos el viaje. Hay mostradores de taxis, mini-vans, y varios autobuses. Hay varios shuttle bus, siendo la mayoría buses que te dejan en KL Sentral u otros puntos concretos de la ciudad. Pero por una ínfima diferencia de precio, cogemos el Star Shuttle Service, que te deja en el mismo hotel, haciendo paradas para dejar a todos los pasajeros. El billete nos cuesta 15 RM/pax.Está lloviendo a cántaros y aquello es un caos de gente mojada, esperando el bus. Parece ser que nuestro hotel es de los últimos, y tardamos 1,30h en llegar. Nuestro hotel, el Hotel Impiana KLCC refleja lujo moderno, pero es muy funcional, puesto que al estar justo enfrente del recinto de ferias y congresos, está muy enfocado para ejecutivos. Está justo enfrente de las Petronas, y la visión es espectacular.
Hacemos el check-in con un personal muy agradable y disfrutamos un poco de la habitación que es enorme, pulcra y moderna, con zona para despacho y montones de detalles como un plato de frutas de bienvenida. Esta es la cama donde mejor dormí en toda Malasia. Super confortable y con carta de almohadas. La verdad, que los dos lujos que nos dimos con el hotel de Penang y éste, fueron una delicia y a precio de ganga!
Después de refrescarnos un poco, nuestro destino es Chinatown. Salimos paseando, pasando por una zona hindú donde picamos algunas delicias y rotis en un restaurante baratísimo y haciendo una breve parada en el Mercado Central para echar un vistazo y protegernos de la lluvia que ha vuelto a empezar a caer. En este mercado, realmente hay cosas muy bonitas y bastante artesanía de Borneo, batiks y telas bellas, pero es bastante caro. Echamos un vistazo rápido y decidimos volver el día siguiente.
Antes de adentrarnos de lleno en Chinatown hacemos una parada para ver el templo Sri Mahammariaman. El templo es enorme y tienen hasta un centro comercial dentro, donde venden saris y otras prendas típicas. A la salida conocemos a un señor que vende collares de jazmín y estamos un buen rato charlando con él.
Ya de lleno en la zona china, nos adentramos en la zona de Petaling St. El mercado es todo de imitaciones, y me recuerda un poco al turístico mercado de Patpong de Bangkok, pero con otro ambiente, aunque atestado de gente. Hay algunas cosas decentes, pero las imitaciones me parecen bastante peores y bastante más caras que , por ejemplo, en Tailandia. Además agobian muchísimo con que compres, pero realmente la gente es bastante majilla y simpática y acabamos echando unas risas con ellos.
Cenamos en un restaurante chino que hay en una calleja junto al mercado, el China Town Food Center. Cenamos de maravilla y por 16 RM los dos, con cerveza incluida. Además frente a las mesas hay mucho ambientillo de gente que pasa de un lado para otro. Y pasamos un rato divertido. Damos una última vueltilla hasta que cierran los puestos, cogemos un taxi y al hotel.
Las Petronas nos esperan iluminadas con una imponente imagen.
[message_box title=”¡NO TE PIERDAS!” color=”WHITE”]
PREPARATIVOS DEL VIAJE A MALASIA Y SINGAPUR
ITINERARIO DE VIAJE A MALASIA Y SINGAPUR con crónica detallada del viaje día a día
PRIMERAS IMPRESIONES DEL VIAJE A MALASIA Y SINGAPUR
[/message_box]
Dejar comentario