Madrugamos bastante y bajamos al club a desayunar. El desayuno es tan estupendo como lo fue el cocktail time. Muy variado y con muchos productos deliciosos. Hacemos el check-out y nos piden un taxi (35 RM). En 15 minutos estamos en el aeropuerto. Hoy nos hemos levantado con lluvia, pero esperamos que en el archipiélago de Langkawi haga mejor tiempo. De todos modos estamos en época de lluvias en esta costa, así que es normal.El vuelo es terriblemente ajetreado y con muchísimas nubes y turbulencias. Los nervios y los llantos de los niños inundan el ambiente. Encima el avión es un pequeño bimotor, con lo que aquello se menea que da gusto.
Llegamos a Langkawi muy rápido aunque para muchos el viaje se hace eterno. Está todo muy nublado, pero se ve muy bonito. Desde el avión se divisan todas las formaciones rocosas y las múltiples islitas.Ya en el aeropuerto, se respira otro aire, como moderno, mucho más limpio y con otro olor. De todo el recorrido que hicimos, a excepción de Singapur que es pura pulcritud, esta isla es el lugar que encontré más limpio y mejor conservado. El archipiélago es Geopark protegido, y está bastante extendido el sentimiento de protección del medio natural y su conservación. Por los carreteras se ven bastantes carteles de “ Mantenga la isla limpia”.

Cogemos un cupón de taxi en la ventanilla del aeropuerto (18 RM). Esta isla está libre de impuestos y ya se notan los bajos precios en la tarifa del taxi. En esta isla todos los taxis funcionan con tarifa cerrada y establecida oficialmente. Todos los trayectos tienen su precio, sea cual sea el taxi que cojas.En menos de 15 minutos estamos en nuestro hotel en Pantai Cenang. El trayecto es muy bello, y pasamos junto a unos cuantos campos de arroz donde también vemos algunos búfalos de agua. Como hemos llegado pronto y la habitación no está lista, nos dicen que tenemos que esperar. Mientras, nos dan dos bebidas gratis de bienvenida en el bar de la playa. Así que dejamos las maletas en recepción y nos vamos al bar que está en la misma arena. La gente todavía está desayunando. Está muy nublado y yo sólo espero que el tiempo aclare para poder disfrutar de ese bello lugar. De repente empieza un vendaval y empieza a llover. Así no se podía hacer nada, ni salir a pasear, ni pegarse un chapuzón, ni nada. Porque encima la mar estaba totalmente picada. Así que pasamos el rato charlando con los camareros.
Por fin nos dan la habitación y parece que el día se arregla un poco. La habitación es muy bonita, sencilla , pero decorada con batiks y con muebles típicos. Damos un paseo por la playa y comemos en el restaurante del hotel que tiene fama de ser el mejor de toda la playa. Tiene ricos platos tanto occidentales como locales. El propietario es un alemán afincado en las isla, y por esa razón ofrecen varias especialidades europeas así como rica cerveza alemana a muy buen precio.
Después de la comida, me doy mi primer baño en el mar de Andamán. Al ser época de lluvias el mar está revuelto y el agua no está muy clara, pero aún así está calentita y el entorno que nos rodea es muy bello. Entre sol y nubes, nos pegamos una siestita debajo de una sombrilla de paja.
Esta tarde nos vamos a Kuah Town, la capital de la isla, donde lo que más abunda son las tiendas libres de impuestos. Luego, cuando llegamos, descubrimos que la ciudad es como un Andorra de antaño, pero a la malaya. Aquello está lleno de tiendas “duty free” , donde venden tabaco, chocolates de todos los tipos y variedades y montones de licores y alcohol. Todo a un precio tirado.
En las isla no hay transporte público, así que salimos a la carretera y cogemos el primer taxi que pasa. Tarifa 24 RM. La verdad, que es una gozada saber lo que tienes que pagar antes de coger un taxi, y no tener que pelearte para conseguir una buena tarifa.
La capital está como a algo más de 30 min. y el paisaje que atravesamos es muy bello y tremendamente verde. Nuestra intención es ir primero a Eagle Square donde está la enorme águila pescadora, que siendo el símbolo de la isla, da la bienvenida a los que llegan por mar. Así que le decimos que nos dejé allí. La enorme escultura del águila es sobrecogedora.
El taxista nos dijo que el centro de la ciudad estaba cerca de Eagle Sq. andando, así que eso hicimos. Pero, aviso a todo el mundo que vaya por allí, que me parece que el taxista no vio jamás Barrio Sésamo y no sabe la diferencia entre cerca y lejos. Estuvimos más de una hora andando y bordeando casi todo el tiempo la carretera. No obstante el paseo no estuvo mal, y nos cruzamos con alguna mezquita bonita, mientras se iba poniendo el sol.
Cuando llegamos al centro ya había anochecido y nos topamos con montones de tiendas libres de impuestos llenas de gente del país comprando chocolates, tabaco, licores y otros menesteres. También hay varias tiendas de ropa y batiks, pero la calidad no me pareció muy buena. Aún así hicimos una buena compra con unas buenas gafas de sol en una óptica, que nos costaron menos de la mitad de lo que valen aquí.
Parece que a la capital no van muchos occidentales porque la verdad sólo vimos a uno, y la gente nos miraba un poco sorprendidos y todo el mundo nos preguntaba de donde éramos y nos saludaba. Queríamos cenar algo, pero la oferta gastronómica de la capital no es muy abundante. Finalmente encontramos una especie de pizzería que estaba medio cerrando, pero al vernos en la puerta, el chico de dentro salió ipso facto y estuvo encantado de recibirnos muy amistosamente. Dentro del restaurante sólo estaba el único occidental que vimos en la ciudad. Un alemán bastante entrado en años, que vivía en la isla y que llevaba encima una cogorza tremenda. Y no paraba de pedirse vasos de whisky mientras estuvimos allí. Nos pedimos un par de pizzas que estaban deliciosas por solo 3 RM cada una. Cenamos muy agusto y pasamos una rato muy agradable conversando con el joven que llevaba el restaurante.
Cogimos un taxi de vuelta , aunque nos costó bastante encontrar uno que nos llevara a Pantai Cenang a esas horas. Al que nos cogió tuvimos que convencerle y tuvo que llamar a la mujer para decirle que volvería más tarde. El trayecto nos costó lo mismo que a la ida.
En esos momentos me sentía como si llevase media vida en Malasia. Todo me resultaba tan fácil y familiar…..
Mañana era un nuevo día que íbamos a disfrutar en plena naturaleza, con una visita a los manglares de Langkawi …..
[message_box title=”¡NO TE PIERDAS!” color=”WHITE”]
PREPARATIVOS DEL VIAJE A MALASIA Y SINGAPUR
ITINERARIO DE VIAJE A MALASIA Y SINGAPUR con crónica detallada del viaje día a día
PRIMERAS IMPRESIONES DEL VIAJE A MALASIA Y SINGAPUR
[/message_box]
Dejar comentario