Hoy nos marchamos a Kota Bharu. Es el último día en la isla. Me entristece enormemente dejar el paraíso. Después de desayunar me pego mi último bañito en ese bello mar. Hacemos el check-out y esperamos el bote que nos lleve a tierra y nos aleje de este sueño, que siempre perdurará en mi mente, en mi piel y en mi alma.
Para salir de las islas, sólo hay 3 botes a las 8,00h, a las 12,00h y a las 16,00h, que hay que reservar el día anterior. Nosotros decidimos coger el de las 12,00h para poder aprovechar el día en Kota Bharu. Si tuviera que repetir ahora, alargaría la estancia en la isla al máximo y pisaría Kota Bharu lo mínimo.
Al llegar a Kuala Besut, nos vamos hasta la agencia de Ping Anchorage, donde habíamos contratado el hotel, donde una furgoneta nos estaba esperando para llevarnos a la ciudad. En una hora llegamos a la capital del Estado de Kelantan, llamada la “ciudad islámica” y centro de la cultura tradicional malaya más conservadora. De entrada la ciudad no parece muy bonita. Llegamos al hotel Crystal Lodge, y realmente no estaba mal. Dejamos los bártulos y después de pedir un mapa de la ciudad en recepción, salimos a inspeccionar. La ciudad es bastante ruidosa, con bastante tráfico y como va siendo habitual en las ciudades que conocemos del Sudeste Asiático, se hace terrible cruzar carreteras siendo peatón.

Vamos en busca del Centro Cultural Gelanggang Seni, donde los sábados se representan actividades tradicionales como juegos malabares, paltillos chinos, artes marciales, etc. . Llegamos a una plaza junto al estadio Sultan Muhamad IV, donde hay varias carpas y parece que va haber un espectáculo, pero después de dar una vueltilla descubrimos que no es ahí lo que buscamos.
Se está poniendo el cielo muy negro y tenemos hambre, así que buscamos algo a cubierto donde comer. Bajo el Stadium hay un pequeño food centre con varios puestos de comida. Al igual que lo que hemos olido de la ciudad hasta el momento, el lugar huele bastante mal y los puestos dan cierto repelús. Pero no se ve nada más por la zona, así que cogemos algo de comida en el puesto que nos da menos asquito y nos sentamos donde el olor es menos desagradable. Comemos un plato de noodles con tofu y otras “cosas” que no logramos reconocer y que crujían de una forma muy sospechosa . Todo el mundo nos mira y observa como si fuéramos bichos raros. Con una rapidez tremenda comemos el extraño plato con cierto hastío y huimos de ahí rápidamente.
Finalmente encontramos el centro cultural, que estaba casi al lado. Vemos algunas representaciones de artes marciales, paltillos chinos, pintura de batiks… El lugar está lleno de turistas de Malasia haciendo fotos a troche y moche.
Estamos un rato viendo los espectáculos, y nos vamos paseando hasta el Antiguo Mercado, donde los efluvios olorosos nos inundan las fosas nasales desagradablemente y de ahí al Mercado Nuevo. Está lleno de puestos de comida, ropa, etc. la zona no es muy agradable y la gente no es muy amistosa.
Nos volvimos locos intentando encontrar un cajero que nos diera dinero en esta ciudad. Finalmente después de 4 intentos logramos encontrar un cajero, que nos diera dinero!!!
Desde el mercado nos vamos al Gran Palacio, (que está bastante llena de turistas locales) y a la zona del río.
Me siento cansada, con sed, hambre y ganas de ir al baño. Y aunque vemos algún puesto callejero donde comer algo (sin saber muy bien qué es, todo sea dicho) , nos apetece un lugar cerrado y más cómodo, donde poder sentarnos un poco. Así que, aún a mi pesar, intentamos encontrar algún sitio donde ir, fuera algo cutre o algo más “lujoso”, ni que fuera algún local “occidental”, me daba igual. Nos volvimos locos para encontrar algún establecimiento de cualquier tipo. No había manera de encontrar nada de nada. Sólo puestos en la calle donde tomar un kopi y listos. Finalmente después de dar mil vueltas encontramos un KFC (me sentí una cutre, pero no fuimos capaces de encontrar nada más…). Hasta este lugar estaba indecente y nos comimos el pollo con asco. En esos momentos estábamos deseando dejar ya esa ciudad con enorme ansia.
Después de la “deliciosa” merienda-cena, nos fuimos al mercado nocturno. No es muy grande ni hay mucha variedad , pero es muy barato y compro algunas piezas de seda muy bonitas y baratillas. (La verdad que la ciudad es muy barata en general) . La gente sigue mirándonos raro y siendo muy poco amistosa, en general.
Después de dar una vuelta, vamos para el hotel, que mañana toca madrugar. Mientras volvemos al hotel, nos cruzamos con unas cuantas ratas enormes y hambrientas…..
Otra cosa que nos llamó mucha la atención, es que al atardecer, la mayoría de edificios estaban plagados(pero plagados) de unos pájaros que piaban al unísono haciendo un ruido enorme, que impresionaba.
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PREPARATIVOS DEL VIAJE A MALASIA Y SINGAPUR
ITINERARIO DE VIAJE A MALASIA Y SINGAPUR con crónica detallada del viaje día a día
PRIMERAS IMPRESIONES DEL VIAJE A MALASIA Y SINGAPUR
REGRESO A LAS PERHENTIAN EN 2011
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